Sueños

Maribel y Luis, eternos enamorados.

Una noche de verano
al mar oí suspirar
y en las olas de la playa
escuché tu voz cantar.

Caminamos por la arena
entre besos y miradas.
No quise cerrar los ojos
para ver cómo me amabas.

Soñé que me acariciabas                    
junto a la arena del mar
y sentados en la bruma
un beso dejé volar.

De repente, aquella noche
un velero descubrí
imaginé que te ibas
me acurruqué junto a ti.

Desde el alto acantilado
el mar de negro azabache

El Mar y Maribel

fue marcando por la playa
nuestros pasos en la noche.

 Descalzos sobre la arena                      
en la tiniebla estrellada
temblábamos como niños
sin saber que nos pasaba.

 Pero el sueño terminó
 y tu presencia adorada
se desvaneció silente
en la tibia madrugada


Maribel Torres Roldán
 17 de agosto 2011